jueves, 15 de octubre de 2020

Felicidad es:


Todo cambia en un mundo tan pequeño y tan activo como lo es la mente humana. Es una máquina que no se detiene. Gracias al misterio y la sabiduría de Dios tenemos la capacidad de razonar, observar, meditar, disfrutar y reflexionar sobre infinidad de cuestiones. Hoy meditaba, sobre la vida, el propósito de mi vida, de mi familia, de la meta y razón de ser de mi existencia. Dios ha querido por su infinito Amor y misericordia que yo este aquí hoy compartiendo contigo estas cuantas líneas para que recordando su voluntad de crearme sea agradecida por todas las circunstancias que me ha tocado vivir, ciertamente han sido solo experiencia que atañen a mi persona y que tal vez para ti no tengan ningún significado o transcendencia. Desde el momento de mi concepción cuando mi creador escogió a mis padres, el lugar y la familia donde me coloco, las vivencias que experimente con la gente a mí alrededor, muchas no fueron gratas, y aun tengo memorias de esos acontecimientos desgraciados en mi mente. Por supuesto existen momentos muy gratos y reconfortantes de los cuales en momentos de desánimo recurro a ellos para agradecer a Dios por ellos y por las personas que estuvieron conmigo en esos días. Mi crecimiento y madurez me han traído a la conciencia que aunque me sentía sola, nunca lo estuve, Dios siempre junto a mí. Ahora lo puedo ver, puedo ver su plan y al mismo tiempo su providencia en mi vida. El me trajo para que sea feliz y lo alabe y haga feliz a las demás personas con las me relaciono. Gran cantidad de veces mi egoísmo no me ha permitido hacerlo porque no solia vivir con conciencia de ello. Hoy que la sociedad en el mundo entero experimentamos el aislamiento forzado, nos ha regalado el tiempo necesario para meditar sobre nuestras vidas. Que tanto somos conscientes de nuestra pequeñez y vulnerabilidad?. En un abrir y cerrar de ojos se nos está yendo la vida y la vida de nuestros seres queridos. En un solo instante perdimos nuestras seguridades, muchos perdimos seguridades sociales, laborales, económicas, emocionales, psicológicas, etc. El problema de centrarnos en esto es que no dejamos entrar a la misericordia de Dios, cuando colocamos nuestros ojos en lo que nos pasa no podemos observar la abundancia de gracias  y bendiciones que nos regala nuestro Señor Jesús diariamente. Si tan solo nos ponemos a Dios en primer lugar en nuestra vida y conocer su plan para nosotros, nuestro trabajo seriá solo realizar la voluntad de Dios revelada en nuestro corazón, y eso no podremos hacerlo hasta que dediquemos tiempo a estar con él a solas y permitir que nos hable, si lo hacemos, créeme que nos hablará claramente y nos llenaremos de paz, de sabernos y sentirnos amados por el, y porque lo que más quiere es que seamos Felices aun y en las circunstancias que nos encontremos!!!


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