viernes, 2 de octubre de 2020

Semana Distinta


Hoy se cumple una semana que mis hijos y yo hemos estado en cuarentena total. No hemos salido de casa ni siquiera a lo más indispensable, de eso se ha estado encargando mi esposo.
Debido a que en el salón de clases de mi hijo mayor hubo un caso de Covid-19 el grupo de 2do grado fue enviado a clases virtuales obligatorias por 2 semanas. 

La verdad no hemos tenido ningún síntoma y pues el riesgo es menor porque descubrí que la persona contagiada es una niña con quien mi hijo no tiene contacto cercano pero pues el riego de compartir las mismas áreas comunes lo quisieron eliminar los directivos escolares y que buena decisión

A mí en lo personal me ha cambiado la manera en la que hago mis rutinas diarias. Se ha incrementado el trabajo al tener a mis 2 hijos en clases virtuales. 

Se ha comentado mucho y fui testigo de las conversaciones de muchas madres que hicieron esto al inicio de la cuarentena en marzo, estresadas por  aprender virtualmente, obviamente para los más pequeños un reto mayor, el tener que aprender a utilizar la tecnología y la manera de crear documentos, editarlos y enviarlos para obtener sus créditos escolares. Estoy en estos momentos compartiendo todas sus angustias, frustraciones y retos. Al momento de ayudar a los niños a estar atentos y seguir instrucciones.

Es un gran reto porque tienes enfrente problemas técnicos, de conexión a internet, de audio e imagen, no solo los tuyos pero los de la maestra, la maestra trata con toda la calma y sabiduría de tenerla atención de todos los alumnos. Cuando lo consigue inicia las instrucciones de los materiales que hay que tener a la mano para dicha clase, además de guiarlos a los enlaces externos donde encontrar las hojas de trabajo que preparo, y es justo ahí te encuentras otro reto, no siempre los coloca en la misma página, dependiendo de la materia, y a veces están en otra, para hacer esto más cardiaco y difícil de encontrar los enlaces a veces los pone dentro de enlaces que se presentan en fechas anteriores. Todo un reto!!! Pero lo más cardiaco es que solo explica una vez y da inicio a la clase. Y uno se queda buscando el archivo. Y no solo uno sino que he observado que más de la mitad o la mitad de los estudiantes aun están buscando los enlaces y la clase ya va a la mitad, estar en esta situación es de lo más frustrante. Porque no puedes hablar te colocaron en silencio tu micrófono y solo la maestra lo puede activar y lo hará cuando pueda porque ahora está dando la clase. Ver el chat con muchas manitas esperando ayuda y ser tu uno de esos que necesita la ayuda te frustra, lo bueno que los padres estamos ahí para ayudarlos y ponerlos en sintonía con lo que va pasado. Mientras tanto viene mi segundo hijo que también necesita ayuda sobre qué hacer en su clase virtual, lo mismo. agggg pero bueno todo esto nos está mostrando a todos a aprender a ser pacientes y caritativos al esperar a los otros. Además las transiciones de una clase a otra, otro salón virtual, otros maestros y otras actividades con los mismos retos. Pero aunque se pasa el rato, aprenden la teoría de los temas tratados, también están aprendiendo tecnología, computación, diseño edición, enviar correos etc. y esto es muy bueno. Mi hijo solo tiene 7 años y pues ya está aprendiendo de todos esos temas. 

Y pues para mí, el combinar la casa, la comida, la limpieza, el organizar las actividades de mi bb de 2 años es aún mayor el reto. Gracias a Dios por que en tan solo en esta semana he aprendido que nunca es suficiente el tiempo que les dedicamos a los hijos, siempre necesitan de nuestra ayuda, cariño y atención. Siempre lo necesitaran, tal vez no estoy diciendo nada nuevo, ni extraordinario que no se sepa. Pero antes estaba más centrada en otras cosas que también eran valiosas, como el servicio y trabajo, compartir en comunidad etc. pero nunca debieron haber tomado el lugar de mis hijos en la lista de prioridades. 

Hoy hago este cambio en mi manera de vivir y es algo muy motivante porque sé que estoy haciendo lo correcto, lo que debí haber hecho siempre. Además, me he encontrado con situaciones que antes no era consciente de que mi falta de atención atraía consecuencias para los míos, situaciones importantes que cambiar y gracias a Dios por esta experiencia y por permitirme que vea las cosas que debo corregir para mejorar en todos los aspectos y ayudar a mi familia a crecer sanamente. 

El Servicio a mi familia y el amor que ha crecido en mis acciones hacia ellos en este tiempo es algo que le agradezco a Dios y a esta pandemia.

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